Cuándo y cómo no usar un gráfico

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Respuesta rápida: como decoración. Y menos como reclamo falso.

Os remito a lo que me ha pasado hoy. Abro la web de El País. Con sorpresa, veo una imagen de un gráfico, algo que me sorprende muy gratamente, ya que la web de El País no es muy dada a la infografía.

Pincho en la información, para echar un ojo. Pertenece a un blog sobre ecologismo que acoge el propio medio.

Pincho entonces en el post en el que se supone que, finalmente, voy a poder ver la información detallada sobre por que los hombres contaminan más que las mujeres, con los datos en el gráfico.

Parece que el gráfico está puesto sólo como un sello, y hay que pulsar para verlo en grande. No me parece buena idea, pero pincho.

Oh sorpresa! El gráfico no puede ampliarse. Ese es todo el tamaño. No puede leerse. Es una llamada de atención, uan decoración, un 'hacer bonito' que promete información pero no da ni un dato.

Me pongo a mirar el post del blog. No hace referencia al gráfico. Perdón, si, ya casi al final hay un enlace externo. Reconoce que no le interesan mucho los datos: "Ver la ilustración del post", comenta el blogger... En fin, no me voy a calentar...

Ya estoy en la web en la que en teoría puedo ver el gráfico. Ya veo de donde lo han sacado. Esta imagen es la del tamaño que tiene el blog.

Voy a entrar a verlo. Pero no. Resulta que el gráfico está solo accesible a abonados.
A estas alturas, me imagino que al blogger le dan igual los datos. También al portadista. El gráfico era atractivo, tanto como para llevarlo en portada. Ahora, lo que dice... Eso es otro tema.

En descarga de El País debo decir que es un hecho aislado, y que es la primera vez que me ocurre en su web. Pero no creo que sea precisamente un ejemplo de buenas prácticas. Cierto que he hecho al menos tres clics en su web, pero he acabado sintiéndome engañado. No creo que compense.